El personal cualificado accede a la cubierta para la instalación de las estructuras y paneles, así como para su posterior mantenimiento. Estas tareas generan un aumento de circulación en la cubierta, que puede resultar muy perjudicial, puesto que ser una zona de tránsito no es una de sus principales funciones. Además, está el riesgo añadido de no usar el calzado adecuado para acceder a ella, lo cual puede agravar esta situación.

Para la instalación se accede con material y herramientas (taladros, radiales y tornillería, entre otros) que pueden resultar potencialmente agresivos para la cubierta.

La ausencia de pasillos técnicos incentiva la libre circulación por toda la superficie de la cubierta, con los riesgos que esta decisión conlleva. Los pasillos técnicos previenen accidentes por caídas a distinto nivel al establecer la circulación por zonas alejadas de los perímetros de la cubierta. Los pasillos técnicos delimitan los riesgos de funcionamiento o daños en una zona concreta y no sobre el total de la superficie.